A pesar de la evolución que ha tenido la tecnología, en la mayoría de las empresas se sigue sacrificando las prácticas alrededor del análisis.

Si pensamos en cualquier cambio efectivo que hemos hecho en nuestra vida tuvo que ver con un cambio de prioridades.

La comprensión sobre las restricciones que se tienen para desarrollar un producto o un servicio ayudan a la empatía de los involucrados y al contexto para tomar decisiones.

El objetivo que perseguimos de generar aquello que da valor nos reta a cambiar la forma en la que interactuamos, uno de esos retos es la transparencia.

Para lograr la productividad y alcance de objetivos debe de existir una alineación de la persona con su rol ya sea Product Owner, Scrum Master o Development Team.

Uno de los puntos cuando estamos migrando la cultura organizacional es la preparación para lo desconocido, es vital aprender a manejar la incertidumbre.

Scrum se hizo popular entre los marcos ágiles y es una buena opción pero no hay una sola solución para todos los productos y para todos los problemas.

Utilizar Scrum nos reta a cambiar la visión de trabajar por proyecto a trabajar por producto.

Alrededor de las prácticas y acuerdos elegidos para implementar un marco ágil giran 3 esencias: cómo se lidera, cómo se experimenta y cómo se escala.

No es cambiar por cambiar así que identificar los elementos clave de la transformación es vital y las áreas de RRHH pueden ser pieza clave para ello.

LeSS es un marco de trabajo minimalista que no agrega procesos ni roles ni artefactos conforme se va escalando Scrum. Parece que es solo conocer Scrum, pero no es así.

Una transformación ágil apoyada en Scrum@Scale. Éxito medido en la capacidad para adaptarnos a los cambios, en las necesidades de los clientes y objetivos.