Manifiesto ágil: Principios Ágiles explicados para aplicar en estrategias de transformación

Por Vanessa Amaya

A más de 20 años de la firma del Manifiesto ágil, el cual marca el nacimiento de la Agilidad, sigue siendo la referencia que considero más importante y que muchas veces no se conoce. Esto tal vez, porque muchos de nosotros entramos a la agilidad de la mano de un marco ágil seleccionado por nuestra organización y siendo Scrum el marco ágil más usado en el mundo, muchos entramos a este mundo ágil de la mano de Scrum, no es que esto sea malo pero en mi experiencia creo que me hubiera sido sumamente útil comprender el Manifiesto ágil desde el inicio.

En la transición hacia la agilidad, para mí continúa siendo la brújula principal, tanto de manera personal para seguir asegurándome que respeto las bases sin importar los nuevos conocimientos y experiencias que tenga así como también me ha ayudado para ayudar a los equipos de transformación con los que trabajo para que consideren las esencias en su estrategia para evitar arrastrar hábitos claves de las metodologías tradicionales y evitar confusiones naturales relacionadas a la resistencia al cambio.

A continuación te comparto la explicación de cada uno de los principios que he aprendido en la experiencia en la transformación hacia la agilidad cuando los equipos aplican cada principio:


PRINCIPIO ÁGIL #1

Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de software con valor.

La orientación al valor que busca la agilidad está centrada en el Cliente. Tener una cultura orientada a satisfacer al cliente significa que los criterios de decisión en los que se basa el equipo estén alineados con las necesidades de los clientes finales, usuarios o consumidores. 

Es vital que todos los involucrados comprendan para quién realmente están trabajando para que la solución esté realmente alineada a necesidades y problemáticas.

Si no estás en la industria del desarrollo de software, puedes tomar este principio como “Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de entregables de valor que aporten al cliente y a alcanzar las metas del negocio.”

Si no estás en la industria del desarrollo de software, puedes tomar este principio como “Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente mediante la entrega temprana y continua de entregables de valor que aporten al cliente y a alcanzar las metas del negocio.”


PRINCIPIO ÁGIL #2

Aceptamos que los requisitos cambien, incluso en etapas tardías del desarrollo. Los procesos Ágiles aprovechan el cambio para proporcionar ventaja competitiva al cliente.

La agilidad es para entornos de incertidumbre que se caracterizan por alta probabilidad de cambio, el objetivo difícilmente cambia pero la forma de alcanzarlo si ya que en entornos de incertidumbre hay baja automatización y alta dependencia con el factor humano.

La agilidad asume que va a haber cambios y planea los espacios para que los equipos se adapten a los cambios, entendiendo el origen del cambio y encontrando la mejor manera de solventarlos.

No se trata de reaccionar a todos los cambios sino priorizar para responder de la mejor manera.


PRINCIPIO ÁGIL #3

Entregamos software funcional frecuentemente, entre dos semanas y dos meses, con preferencia al periodo de tiempo más corto posible.

Comprendiendo que solo sabremos si una idea es buena hasta que se hace realidad en manos de los usuarios, clientes finales o consumidores, la agilidad busca llegar al mercado objetivo lo más pronto posible. 

La orientación de la planeación cambia del “hacer” al “lograr”, cambiar de “actividad” a “entregable”.

Lo anterior cuidando la calidad de la entrega y la frecuencia se establece de acuerdo a la capacidad del equipo para producir con calidad.

Recordemos que la agilidad NO solo se aplica en desarrollo de software, por eso les comparto una alternativa no enfocada en software para este principio: “Entregamos valor frecuentemente, entre dos semanas y dos meses, con preferencia al periodo de tiempo más corto posible.”


PRINCIPIO ÁGIL #4

Los responsables de negocio y los desarrolladores trabajamos juntos de forma cotidiana durante todo el proyecto.

Los responsables de negocio dan claridad sobre el “QUE” para que quienes van a hacer realidad el producto, el servicio o el proceso se hagan responsables del “CÓMO”. Este principio ayuda a romper los silos que impiden la sinergia a través de la colaboración cotidiana. 

Mantener colaboración cotidiana promueve respetar las jerarquías pero que no estorben para colaborar eficientemente y lograr el trabajo multidisciplinario, el cuál se logra aportando valor entre perfiles distintos, respetando la experiencia, conocimientos y diferencias así como  y honrando los acuerdos.


PRINCIPIO ÁGIL #5

Los proyectos se desarrollan en torno a individuos motivados. Hay que darles el entorno y el apoyo que necesitan, y confiarles la ejecución del trabajo.

La motivación de la que habla la agilidad está basada en confianza y apoyo, ya que es una motivación sostenible en el tiempo. Se trata de crear un entorno donde surja el compromiso y la productividad.

Fomentar la confianza en el criterio de quienes colaboran en nuestros equipos ayuda al sentido de pertenencia y a una mejor ejecución del trabajo.


PRINCIPIO ÁGIL #6

El método más eficiente y efectivo de comunicar información al equipo de desarrollo y entre sus miembros es la conversación cara a cara.

Debido a los problemas que ocasiona la falta de entendimiento en la productividad de los equipos, hablar cara a cara (presencialmente o en videoconferencia) promueve la comprensión, empatía y cooperación. Necesitamos establecer vínculos de confianza a través de una comunicación más eficiente y personal que realmente nos conecte: contar con un entorno que permita la escucha activa, el entendimiento mutuo y la participación activa cuando estamos juntos.


PRINCIPIO ÁGIL #7

El software funcionando es la medida principal de progreso.

Para lograr una cultura orientada al valor es vital dejar atrás las costumbres relacionadas a justificar el tiempo utilizado y orientarnos a justificar el valor generado. Lo anterior implica que el progreso sea verificable y visible a manera de entregable o logro, en lugar de solo un porcentaje de avance, ya que en un entorno de incertidumbre, ese porcentaje suele ser con frecuencia más una ilusión de avance que un avance real. Y aunque existan actividades alrededor de un entregable, son los entregables lo que realmente cuenta para satisfacer a nuestros clientes y lograr nuestras metas de negocio.

En la transición de la metodología tradicional a los marcos ágiles respecto al desarrollo de software, es necesario dejar actividades de micro-control que no aporten.


En otro tipo de industrias: “El entregable de valor, es la medida principal de progreso”.


PRINCIPIO ÁGIL #8

Los procesos Ágiles promueven el desarrollo sostenible. Los promotores, desarrolladores y usuarios debemos ser capaces de mantener un ritmo constante de forma indefinida.

El desarrollo sostenible significa satisfacer necesidades a corto plazo sin comprometer el objetivo a largo plazo cuidando la capacidad del equipo para producir con calidad y para poderlo fomentar, se necesita de una serie de eventos y hábitos que faciliten la adaptación ante la incertidumbre.

Es por ello que cada marco ágil tiene su propuesta de esquema de ritmo a través de eventos y/o responsabilidades y/o artefactos y/o prácticas.


PRINCIPIO ÁGIL #9

La atención continua a la excelencia técnica y al buen diseño mejora la Agilidad.

Aunque la palabra agilidad se relaciona con velocidad, no se trata de prisa por terminar, porque la prisa suele ser mala consejera y uno de sus principales consejos ineficientes es iniciar la ejecución sin un buen análisis que conduzca a un buen diseño. La excelencia técnica se prepara, no es una casualidad o una consecuencia natural de la ejecución. Lo que la agilidad promueve es que no haya parálisis por análisis sino un análisis contínuo y promueve que se diseñe colaborativamente lo necesario con atención contínua para lograr la excelencia técnica. Ya que, la calidad es un resultado de la atención plena y continua.


PRINCIPIO ÁGIL #10

La simplicidad, o el arte de maximizar la cantidad de trabajo no realizado, es esencial.

Ante proyectos o productos complejos es importante buscar las maneras más simples y así no aumentar la complejidad del desafío que ya tenemos. Una manera efectiva que propone la agilidad para poder lograr esto es cuestionar nuestros planes y renovarlos iterativamente para buscar trabajo que aunque se haya identificado hacer se pueda descartar sin sacrificar objetivo y calidad, a eso se refiere “maximizar la cantidad de trabajo no realizado”.

Con frecuencia se relaciona la mejora o transformación con hacer más, pero mejorar y transformar también tiene mucho que ver con hacer menos.


PRINCIPIO ÁGIL #11

Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos auto-organizados.

La auto-organización tiene que ver con varios factores: capacidades y habilidades adecuadas para alcanzar las metas, proactividad que surge del entendimiento claro de los objetivos y de la comprensión de para quién estamos trabajando, es decir, quien es nuestro cliente final, usuario o consumidor para que esto sirva como criterios de decisión sanos y efectivos que no dependan de una cadena de muchas validaciones que se puedan convertir en cuellos de botella y en consecuencia de bloqueos, retrasos y retrabajos.

También implica un liderazgo servicial y un liderazgo compartido a través de promover el sentido de pertenencia del producto o servicio en cada uno de los involucrados independientemente de jerarquías, roles, antigüedades o generación.


PRINCIPIO ÁGIL #12

A intervalos regulares el equipo reflexiona sobre cómo ser más efectivo para a continuación ajustar y perfeccionar su comportamiento en consecuencia.

En las metodologías tradicionales las reflexiones para la mejora continua frecuentemente se dan hasta que terminan los proyectos lo cuál sirve para proyectos futuros similares pero ya no podemos hacer algo por el proyecto del cual se basaron dichas lecciones.

La agilidad busca que la reflexión esté presente en cada período corto para que las acciones que se deriven de dichas reflexiones ayuden en el siguiente periodo corto para el proyecto actual.

Reflexionar a intervalos regulares le abre la puerta a la mejora continua y ayuda a quitar la prisa que nos trae malos consejos, ya que acción sin reflexión es alto riesgo de ineficiencia y reflexión sin acción es desahogo pero no nos lleva al cambio ni a la mejora.


Conclusiones

  • El Manifiesto ágil es la definición de la agilidad, ya que no hay una definición oficial. Los firmantes del Manifiesto nos dejaron algo más amplio que solo una definición y a partir de ello y de la experiencia puedes generar o tomar alguna de las definiciones que se han establecido a lo largo de estos años.

  • Cada marco ágil es una propuesta de aplicación de los valores y principios de la agilidad así que entender el manifiesto ayuda a comprender estas propuestas.

  • Recomiendo que cada principio sea verificable dentro del comportamiento y resultados de los equipos independientemente al marco ágil seleccionado.

  • Aunque para lograr la agilidad, se supone llevar a cabo los 12 principios, sugiero identificar cuáles son los principios que harían más la diferencia y aportarían más valor a la empresa y equipos y comenzar a reforzar acciones de cambio al respecto.

¡Agilistas somos y en el manifiesto andamos! LINK MANIFIESTO AGIL


Por Vanessa Amaya

Vanessa es Ingeniera en Sistemas Computacionales por la UAG. Cuenta con 18 años de experiencia en proyectos de desarrollo de software como consultora para la implementación de prácticas de mejora en equipos, Business Analyst, Instructora, etc. Ha participado en proyectos de implementación y capacitación de marcos ágiles desde el 2012. Es Docente del cuerpo Académico del Diplomado de Ingeniería de Software Ágil en la UNAM.

Más información


Próxima fecha para nuestro curso de Introducción a la Agilidad 👇🏻

Anterior
Anterior

Scrum Master en el mundo híbrido

Siguiente
Siguiente

Whitepaper | 14 prácticas para la agilidad organizacional