Hay una serie de preguntas que surgen mucho cuando doy asesorías o cursos: ¿qué debe de estudiar un Scrum Master? ¿qué carrera debe tener? ¿qué puesto? ¿qué certificaciones? ¿qué tipo de experiencia? ¿qué debe de saber alguien que va empezando? ¿qué no debe de hacer? ¿qué necesita aprender? ¿qué destaca en las personas que ejercen esta responsabilidad?

Todos estos cuestionamientos son válidos y los voy intentar resumir en una sola respuesta sobre lo que debe saber y ser:

Un Scrum Master sabe Scrum al nivel de poder transmitir con claridad los conceptos y habilitar acuerdos que ayuden a cultivar Scrum como forma de trabajo en un equipo. Lo anterior lo realiza a través de desarrollar habilidades de facilitación, persuasión, adaptabilidad y desarrollando valores de empatía y transparencia.

Espero haberlo resumido bien, ahora, voy a profundizar porque las líneas anteriores son esenciales pero hay varios conceptos alrededor que son importantes de aclarar.

Preparación y experiencia

La preparación y la experiencia cuentan, pero cuenta más cómo vamos desarrollando criterios para aplicar esa preparación y experiencia para ayudar en los retos e impedimentos del presente.

No sólo es lograr que el equipo fluya a pesar de los impedimentos que se vayan presentando, sino ayudar a la productividad en un mundo competitivo de afuera hacia dentro y de dentro hacia afuera. Implica comprender que lo que te funciona para un equipo no te va a funcionar para otro, ya que un Scrum Master desarrolla la habilidad de identificar condiciones predominantes que le ayudan a aplicar ciertos conocimientos.

El camino en el que se forma un Scrum Master es variado: hay unas personas que de manera autodidacta se preparan, lo ejercen y después toman un curso de certificación para avalar y reforzar sus conocimientos. Otras personas comienzan con la certificación pero es en realidad el tiempo quien pone el sello certificador una vez que ejercen lo que aprendieron.

A las variantes anteriores se suman los conocimientos complementarios que cada persona va absorbiendo con otros cursos y/o con otros medios, una vez que detectan las debilidades que deben fortalecer.

Juan Banda dice algo sobre las certificaciones que me encanta y me hace mucho sentido “una certificación es parte de tu camino”, es decir, no es el principio y mucho menos el final. Cada quién elige el momento en el que llega su certificación, puede ser al inicio del camino, durante el camino o no llegar. Lo importante es que en el camino de Scrum Master vaya adquiriendo conocimientos que fortalezcan su actuar.

El único camino que NO considero válido es el comenzar a ejercer como Scrum Master sin preparación. Este es el camino de quienes mal entienden los conceptos o disfrazan lo que ya conocen con nombres “ágiles” haciendo que los equipos incurran en más retrabajos.

Nuevo tipo de productividad: habilidad para negociar ante desacuerdos.

A medida que cambian y crecen las empresas, también lo hacen los rasgos necesarios para poderse destacar. Ante un mundo globalizado, multidisciplinario y complejo, donde cada persona sabe y aporta sobre una perspectiva distinta, la habilidad para negociar desacuerdos se ha convertido en prioridad en lo que a gestión enfocada a personas se requiere. (1)

Algo que también me preguntan mucho, cuando son equipos dedicados a desarrollar software, es si el Scrum Master debe de ser técnico y si se le pueden asignar tareas. Más allá de tener conocimientos técnicos o no (cuando los tiene ayuda muchísimo) es comprender que una de las funciones vitales es ayudar a identificar impedimentos y ayudar a solucionarlos para mantener el ritmo del equipo. Quienes hemos sido Scrum Masters, sabemos que la mayoría de los impedimentos se derivan de problemas de comunicación, dependencias con áreas o personas “externas al equipo” y fricciones entre las personas.

Es importante tener cuidado al señalar personas como “externas al equipo” porque en realidad percibimos como ajenas a personas que SON parte del equipo. Para Scrum, todo aquel relacionado a la creación del producto es un Scrum Developer, por lo que si son de áreas distintas o proveedores o personas subcontratadas, para Scrum no es relevante dónde están sino cómo aportan. Otro ejemplo más clásico es el del Product Owner a quienes muchos siguen percibiendo y tratando como ajeno. Las personas de equipos de pruebas o de operaciones que se perciben como “los otros” cuando también SON PARTE DE NUESTRO EQUIPO porque de todos depende el éxito de lo que hacemos.

Independientemente al desarrollo de software, alguien que sea parte del equipo y esté directamente relacionado con la productividad del equipo, necesita tener contexto sobre las formas para desarrollar el producto y habilidades de liderazgo servicial.

Conciencia política: Interpretar las y relaciones de poder.

Como el agilismo nos demanda transparencia, voy a ser transparente con respecto a un tema del que muchos no hablan pero que está presente: las relaciones de poder en las organizaciones y a esto se le llama, conciencia política (2).

La horizontalidad es un concepto hermoso, romper los silos es un tema maravilloso, pero siendo honestos, son temas con el cual se sigue batallando, ya que son décadas de construir procesos y políticas que se convirtieron en murallas para defender jerarquías. E incluso, ni siquiera es necesario estar arriba en el organigrama, basta con creer que alguien es inferior y que por ello no nos aporta para crear barreras de comunicación.

Como Scrum Master, lidiamos con estas relaciones de poder y es uno de los principales impedimentos que existen, no podemos pensar que solo por saber de Scrum ya tenemos todo resuelto, ser “Master” se logra con el tiempo, se logra con resultados provenientes de alta colaboración y enfoque en propósito. Para poder lograr alcanzar objetivos a corto plazo y la cadencia iterativa e incremental, es vital ayudar al equipo con esta conciencia política y la mejor manera de ayudar es influyendo en los grupos de poder que ordenan, regulan u obstaculizan, comprendiendo este conjunto de fuerzas que dan forma a las opiniones y decisiones dentro y fuera de los equipos.

La prioridad en la conciencia política para un Scrum Master reside en comprender la relación que tiene quien funja como Product Owner así como comprender la relación de esa persona con el entorno empresarial. De esa comprensión podrán surgir mejores maneras de vincularse y trabajar en equipo.

Conclusiones:

Cuando un Scrum Master falla, provoca que se malgaste el tiempo, crea asperezas, corroe la motivación y va acumulando hostilidad y apatía en las interacciones del día a día. Cuando un Scrum Master ejerce correctamente, ayuda a provocar sinergia, inteligencia colectiva y ritmo sostenible en los equipos.
Comprender a los demás significa percibir e indagar sobre las emociones y perspectivas ajenos e interesarse activamente en sus preocupaciones. Esto es la esencia para la empatía y el fundamento para ayudar al equipo a librar impedimentos.
Nuestra capacidad para detectar cómo funcionan las relaciones de poder dentro de una organización es vital para alivianar el camino y ayudar a romper silos.

Si quieres conocer más respecto al rol, las responsabilidades y actividades que realiza un Scrum Master te invitamos a conocer nuestro curso Certified ScrumMaster. Una certificación oficial de Scrum Alliance y Scrum México.

Referencias:

Libro “La Inteligencia emocional en la empresa” por Daniel Goleman, Editorial Penguin Random House.