Por: Marcelo Gore

La agilidad en el desarrollo de software está en proceso de expansión constante. Cada vez más equipos de trabajo adoptan las metodologías ágiles para sus proyectos y crece la necesidad de capacitación y actualización de las personas que los integran.
Scrum México es pionera en el desarrollo con metodologías ágiles y combina los proyectos de construcción de software para sus clientes con la formación de las personas interesadas en la agilidad, tanto dentro de las empresas como en forma independiente.

Contrariamente al creer popular, desarrollar software no es “programar” sino encontrar soluciones a problemas complejos en ambientes complejos, muchas veces incluyendo “programar”. El problema con esta definición es que, de repente, entran muchas más cosas en juego que sólo escribir código para solucionar un problema conocido.

Empecemos por el final. ¿Quién dijo que el problema es conocido? Lo “conocido” es que hay un problema y, con suerte, algunas soluciones. ¿Soluciones dije? No, no son soluciones lo que hay sino hipótesis de como solucionar el problema; esbozos de solución a un problema que no está definido del todo. Es más, el problema probablemente dependa de quién lo plantee y de cuándo sea planteado, haciendo de esta ensalada una magnífica mezcla de subjetividades.

Planteado así, entonces, el trabajo del desarrollador de software es usar el software como herramienta para dar una solución temporal a la interpretación actual de un problema y eso probablemente vaya en contra de todas nuestras creencias respecto a esta disciplina. Si la solución no es definitiva (porque el problema no es definitivo), entonces tenemos que poder modificarla cuando la interpretación del problema cambie, y la interpretación del problema cambia conforme nos adentramos en la solución y eso hace que se modifique la solución, que hace que se reinterprete el problema… y creo que ya se ve a dónde voy con esto.

Entonces, ¿el desarrollo de software es infinitamente recursivo? No queremos que sea así porque, si lo fuera, ningún trabajo estaría terminado nunca jamás. En todo caso, queremos que parezca un problema de iteraciones sucesivas, en las que cada iteración nos acerque un poco más a una mejor solución y nosotros podamos elegir cuando la aproximación es suficientemente buena, limitando así el número de iteraciones.

Desde esta reconcepción del trabajo que hacemos es que podemos enseñar aquello que es parte de nuestra tarea cotidiana. Un extenso conjunto de prácticas, métodos y procesos diseñados para operar sobre esto que experimentamos son parte del contenido que compartimos en nuestras capacitaciones. Enseñamos lo que hacemos porque es lo que sabemos que funciona para crear mejores soluciones.

Los cursos que componen el CSD (Certified Scrum Developer) están enfocados en las prácticas técnicas que impulsan la calidad del producto e integrados con las habilidades de gestión basadas en las personas. De esta manera se organizan mejor los equipos de trabajo y el producto entregado se va perfeccionando en cada iteración.

Sabemos que la mejor forma de aprender nuevas herramientas es aplicarlas y experimentar con ellas. Por eso nuestro Taller de Desarrollo Ágil dura tres o cinco jornadas (dependiendo de si se quiere el CSD completo o sólo el taller de desarrollo) y la dinámica es la de un equipo de trabajo que tiene como objetivo la construcción de un producto. Partimos de algunos consensos de prácticas técnicas, definimos roles y tareas y comenzamos a desarrollar desde el primer día.  

¿Querés sumarte? Inscribite antes del 12 de Mayo y accedé a un descuento en el precio del curso. Toda la info aquí