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Agilidad más allá de Scrum

Por Vanessa Amaya

Cuando se menciona la agilidad en el mundo empresarial, es común pensar primero en Scrum porque es el marco más popular, pero eso no significa que sea la única opción y el problema de no saberlo es que por un intento fallido de habilitar Scrum alguien podría pensar que la agilidad no funciona. Existen múltiples enfoques y prácticas que amplían el horizonte ágil, proporcionando herramientas valiosas para la transformación organizacional.

Cada marco, método o disciplina tiene algo que aportar. Entre las opciones puede haber similitudes pero aunque todas puedan ayudar a agilizar equipos, lo hacen a través de distinto énfasis.

En esta entrada de Blog te daré algunas alternativas para que conozcas a qué le dan énfasis y cuáles problemas te podrían ayudar a resolver:

Énfasis: Visualizando y Optimizando el Flujo de Trabajo para lograr eficiencia operativa

Cuando en un equipo la sobrecarga de trabajo está presente y esto conlleva a desviaciones altas y frecuentes entre tiempos estimados y tiempos reales pero no se sabe cómo atacar el problema por la falta de visibilidad en el proceso y los cuellos de botella, se necesita algo que permita visualizar el flujo de trabajo con claridad para identificar rápidamente áreas problemáticas y mejorar la eficiencia operativa.

En este escenario a tu equipo le aporta mucho el Método Kanban, porque enfatiza la categorización de la demanda (solicitudes) la visualización del trabajo y la limitación del trabajo en progreso de acuerdo a LA CAPACIDAD DEL EQUIPO PARA PRODUCIR CON CALIDAD. A diferencia de Scrum, Kanban no prescribe roles o responsabilidades específicas ni ciclos de tiempo fijos (sprints), lo que permite a las organizaciones adaptarse esta forma de trabajo a sus ciclos actuales de una manera más sencilla.

Énfasis: Gestión Ágil y Gestión del Cambio

Si se manifiestan constantemente conflictos derivados de falta de integración de las personas que conforman los equipos, es necesario que el liderazgo se torne ágil y se fomente un ambiente productivo y positivo que facilite la alineación con los objetivos de la empresa y los objetivos de las iniciativas, ya que a la larga esos problemas de integración y motivación impactan en la productividad y competitividad así como también limita el poder de Innovar.

Management 3.0 es un enfoque de liderazgo que combina principios ágiles con teorías modernas de gestión. Se centra en mejorar la colaboración y la innovación dentro de las organizaciones a través de prácticas que aumenten la Motivación, faciliten compromiso, promuevan la delegación efectiva, aumenten el empoderamiento, alineen valores, desarrollen competencias y permitan mejora continua dentro de la gestión de cambio hacia la agilidad.

Énfasis: Defender los cambios para que no mueran en el intento

Uno de los desafíos más grandes de la transformación organizacional es que aunque todas las empresas pueden cambiar, no todas ponen todo de su parte para hacerlo. Lo anterior provoca que los recursos que se invierten en transformaciones organizacionales hacia la agilidad no tengan un retorno de inversión. Para resolver problemas relacionados con la implementación de cambios a gran escala, la resistencia organizacional y la falta de claridad en los objetivos del cambio está Lean Change Management. Yo digo que es “El guardaespaldas de la agilidad” para que la cultura no la “asesine” sin darle una verdadera oportunidad. Lean Change activa la cultura de experimentación para que las personas aumenten su curiosidad hacia el cambio en lugar de su resistencia. se centra en experimentos pequeños, y en el feedback constante, Lean Change Management permite a las organizaciones adaptar sus estrategias rápidamente basándose en datos reales. Esto es particularmente valioso en empresas donde la capacidad de adaptarse rápidamente a nuevas circunstancias puede ser la clave del éxito.

Énfasis: Facilitar la Autonomía, el Crecimiento y maximizar el poder de influencia

Cuando en los equipos prevalece la falta de confianza, falta de compromiso y la toma de decisiones es lenta, se necesita un estilo de liderazgo que fomente el desarrollo de una mentalidad y cultura organizacional que habiliten la agilidad empresarial y el alto desempeño en los equipos de trabajo en las diferentes áreas del negocio.

El Agile Leadership (liderazgo ágil) es un componente esencial en cualquier organización que busca adoptar una cultura ágil. A diferencia de los enfoques tradicionales, los líderes ágiles actúan como facilitadores y coaches, promoviendo la autonomía y la autoorganización en sus equipos. Este enfoque aborda problemas como la microgestión, la falta de confianza en el equipo y la toma de decisiones lenta. Los líderes ágiles fomentan un ambiente donde los empleados se sienten empoderados para tomar decisiones y asumir responsabilidades, lo que no solo mejora la moral, sino que también acelera la innovación y la respuesta al mercado.

Énfasis: Dimensionamiento y priorización orientada al valor

Cuando hay muchos re-trabajos provocados por falta de claridad en lo que se necesita (requerimientos, solicitudes, elementos de trabajo) y en falta de prioridades que ayuden a alinear a los equipos con el producto y con la satisfacción de usuarios/consumidores finales para poder tener el Retorno de Inversión(ROI) esperado, se necesitan prácticas orientadas a Producto como Product Discovery, dentro de las cuáles se cubre la técnica User Story Mapping ya que se centra en identificar y validar oportunidades antes de invertir en soluciones, lo que es especialmente valioso para evitar inversiones en productos o características que no aportan valor. Este enfoque es crucial en sectores como el desarrollo digital, marketing, la investigación y el desarrollo de nuevos servicios, donde entender profundamente al cliente puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Énfasis: Escalar la agilidad a varios equipos

Para organizaciones que buscan escalar sus prácticas ágiles, LeSS (Large Scale Scrum) y Scrum at Scale ofrecen marcos que permiten la expansión sin perder los beneficios de la agilidad. LeSS se enfoca en aplicar Scrum a nivel de equipo y luego escalarlo a nivel organizacional, abordando problemas como la falta de coherencia entre equipos y la complejidad de la coordinación en proyectos grandes. Scrum at Scale, por otro lado, proporciona una estructura flexible para escalar Scrum de manera orgánica según las necesidades específicas de la organización, solucionando problemas relacionados con la rigidez de los procesos y la burocracia. Estos marcos son aplicables no solo en el desarrollo de software, sino en cualquier industria que busca mejorar la coordinación y la eficiencia entre equipos grandes.

Énfasis: Agilidad sin frameworks

También considera que la Agilidad no está limitada al uso de un marco o método en específico sobre todo cuando la organización ya tiene camino avanzado en la transformación a la agilidad impulsada por algún marco de trabajo. Los frameworks son propuestas para poder habilitar la agilidad, pero cuando ya hay cierto grado de madurez en el uso de marcos ágiles, las empresas pueden adaptar sus formas de trabajo desde la esencia de los marcos y métodos ágiles, porque la agilidad no se limita a marcos o métodos específicos; es un conjunto de principios y valores que pueden ser aplicados de manera flexible en diversas organizaciones y contextos. Para habilitar la agilidad sin depender de un marco particular, es esencial centrarse en la mentalidad ágil y en la cultura organizacional.

Esto implica fomentar la adaptabilidad, la colaboración, y el enfoque en el cliente. En lugar de seguir un marco de trabajo, las organizaciones pueden empezar por promover la transparencia y la comunicación abierta, permitiendo que los equipos compartan información y retroalimentación de manera fluida. Además, la autonomía de los equipos es crucial; permitir a los miembros tomar decisiones y experimentar fomenta un ambiente de innovación y aprendizaje continuo. La priorización de tareas y proyectos basados en el valor para el cliente es otra práctica fundamental, ayudando a las organizaciones a enfocar sus esfuerzos en lo que realmente importa. También es importante adoptar un enfoque iterativo para la planificación y ejecución, donde los planes se ajustan según las circunstancias cambiantes (Planeación adaptativa) y el feedback recibido.

La clave, sea con framework o no, es mantener una mentalidad de mejora continua y estar dispuestos a experimentar y aprender, adaptando los procesos para maximizar el valor y la eficiencia sin perder de vista los principios fundamentales de la agilidad.

Conclusión:

Por todo lo planteado en este Blog, la agilidad es mucho más que Scrum. Al explorar y adoptar métodos como Kanban, Management 3.0, Lean Change Management, y marcos de escalado como LeSS y Scrum at Scale, las organizaciones pueden encontrar enfoques adaptados a sus necesidades específicas. Cada uno de estos métodos y disciplinas aborda problemas específicos y es importante identificar, cuáles problemas necesitan atención inmediata para mejorar resultados, desde la optimización del flujo de trabajo hasta la mejora de la motivación y la innovación.

La clave está en entender que la agilidad es un enfoque multifacético, que puede ser adaptado, respetando las esencias del manifiesto ágil, para fomentar la mejora continua y ofrecer valor real en una variedad de contextos y sectores.


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